La clave está en el bienestar de los empleados

23 de diciembre, 2022

El bienestar de los empleados es, probablemente, una de las cuestiones que más preocupa a las empresas hoy en día. Para traducirlo a la realidad de esas personas y lograr que sea útil para esas empresas puede haber diferentes metodologías.

Sin embargo, solo un enfoque es, en última instancia, el correcto: entender el bienestar corporativo en un sentido amplio, considerándolo de manera global y en positivo.

Dado que estamos hablando de la salud de los trabajadores, esta globalidad y positividad implican pensar más allá de la ausencia de malestar y tener en cuenta tanto los aspectos psicológicos como físicos. 

Se trata, básicamente, de responder de manera eficiente a una necesidad humana y corporativa: facilitar a los empleados una experiencia satisfactoria y saludable que dote de sentido a su relación con la empresa. 

Proteger el bienestar de los empleados

Como se ha mencionado, las organizaciones deben proteger el bienestar de las personas que forman parte de su equipo previniendo aquellas amenazas para su integridad física y psicológica que estén asociadas al trabajo y perjudiquen su salud y la de la organización. 

En efecto, hoy el centro del discurso organizacional está colocado en el bienestar de los empleados porque las empresas han llegado a una conclusión que, por fin, parece lógica: un empleado que se siente respaldado por su empresa dentro y fuera de la oficina trabaja mejor, se integra mejor en el equipo y contribuye de manera más generosa al cumplimiento de los objetivos. 

Vida personal, vida profesional

Para organizar las diversas facetas de nuestra vida y evitar interferencias hacemos ciertas separaciones entre nuestra vida profesional y eso que llamamos la vida “personal”.

Al fin y al cabo, no sería profesional permitir que aspectos ajenos al trabajo se inmiscuyeran en nuestra agenda diaria de tareas. Tampoco lo sería el permitir que los asuntos profesionales bloquearan nuestras responsabilidades privadas. 

Sin embargo, aunque en la comunicación coloquial establezcamos estas diferencias, en realidad no existe una verdadera separación entre la persona que somos fuera del trabajo y la que somos dentro.

Por eso el trabajo no debe suponer una interrupción en nuestro bienestar y esto atañe a la responsabilidad individual de los empleados pero también a la iniciativa de las empresas.

En definitiva, si nos encontramos bien “como personas”, es decir, cuando no estamos trabajando, eso necesariamente tiene que repercutir para bien cuando nos ponemos el uniforme de trabajo. 

La importancia de una estrategia profesional

Muchas organizaciones se dejan llevar por la inercia de lo urgente para no ocuparse nunca de lo importante, o piensan que el bienestar de los empleados solo les incumbe a estos.

Otras creen que la prevención consiste en ocuparse de los factores de riesgo psicosocial una vez, como si después esos factores ya se amortiguaran por sí solos con cualquier programa de beneficios sociales. 

Y luego están aquellas empresas que desean progresar gracias a sus trabajadores y no a su costa. Estas deben tener en cuenta tres puntos clave al plantear el cuidado del bienestar de los empleados. En primer lugar, no improvisar.

En segundo, apostar por la prevención de los problemas y no solo por su abordaje. Por último, dejarse asesorar por psicólogos especializados en bienestar laboral a la hora de implementar su estrategia de cuidado de los empleados.  

Quizá haya managers de Recursos Humanos que lean esto y sientan que están improvisando, que solo apagan fuegos o que no saben para dónde tirar con el bienestar de sus equipos.

¿Cuándo es un buen momento para que empiecen a corregir cualquiera de estas tres disfunciones? La respuesta es clara: hoy mismo es el mejor momento para tomar decisiones eficaces sobre bienestar corporativo, mejorando la vida de los empleados y fortaleciendo así el compromiso que tienen con la compañía. 

Adaptarse a la realidad de los empleados

Generar un verdadero impacto en el bienestar de la plantilla requiere entender un factor clave: ese bienestar no es una situación estática a la que se llega para siempre y de la que luego podamos despreocuparnos.

Por el contrario, el bienestar de los empleados es algo que debe fomentarse con una implicación diaria por parte de cada trabajador y de los managers de Recursos Humanos. 

Estos deben contar con las herramientas eficaces para identificar los factores de riesgo psicosocial asociados al trabajo que más afectan a sus empleados, prevenir su efecto y contar con la ayuda de expertos en bienestar laboral para abordar los imprevistos. 

Por otro lado, también necesitan saber en cada momento cuáles son las características y necesidades de las personas que forman parte del equipo. Estas son diversas en un momento dado del ciclo vital de la organización pero también van cambiando por el mero paso del tiempo.

Toda estrategia de bienestar para los empleados que se precie deben contar con ello y tener una buena capacidad de adaptación: solo así pueden acertar a la hora de fomentar el bienestar.

Ventajas de cuidar el bienestar de los empleados

Si hay un mensaje clave a destacar es la importancia de enfocar el cuidado del bienestar de los empleados con una visión estratégica y profesionalizada, desde la evaluación continua y permitiendo que ellos sean los protagonistas.

Así, las organizaciones pueden incorporar el valor de la salud a su cultura corporativa, favoreciendo la eficiencia de las medidas que se tomen y potenciando ventajas a nivel individual, de equipo y de empresa. 

Cierto, los primeros beneficiados son los empleados. Que su salud mejore quiere decir que se atenúan su malestar, emergen sus habilidades, aumenta su motivación y perciben que recibir ayuda para mejorar sus vidas es accesible.

No son individuos aislados: forman parte de diversos círculos sociales, incluyendo su equipo de trabajo, que consolida su cohesión y funcionamiento. Esos equipos dan lugar a corporaciones a veces gigantescas: si las personas que las forman están sanas, la empresa está sana. 

En definitiva, existen muchas buenas decisiones que una empresa puede tomar para conseguir un éxito sostenible. Cuidar de las personas es la mejor.