Reclutamiento y selección

Cómo reconocer a empleados tóxicos

Descubre qué son y cómo reconocer a los empleados tóxicos dentro de la empresa y qué se debe hacer para evitar estos perfiles en el equipo.

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Marcos Lopez

HR Consultant

empleados toxicos

29 de septiembre, 2022

Los empleados tóxicos dentro de la empresa impactan negativamente contra el rendimiento general, genera conflictos y crea un mal clima entre el resto de trabajadores.

Aunque pueden pasar desapercibidos en un primer contacto con los compañeros, al cabo del tiempo muestran su mala actitud y generan conflictos entre trabajadores.

El empleado tóxico presenta un cierto perfil muy definido en la gestión de los recursos humanos. Tomar las actuaciones más convenientes servirá para neutralizar al trabajador problemático y mejorar el ambiente

Qué son los empleados tóxicos

Los empleados tóxicos son personas que actúan contagiando malos hábitos. Propician discusiones y enfrentamientos y restan energía a todo el que se relacionan con ellos dentro de la empresa.

Con su conducta, aunque en ocasiones no haya mala intencionalidad, hacen bajar el rendimiento y la productividad. Todo ello deriva en un mal ambiente laboral al generar conflictos entre los miembros del equipo o con el resto de trabajadores.

En los casos más extremos, puede llegar a generar enfermedades en sus compañeros por estrés laboral.

Algunos estudios sobre los trabajadores tóxicos revelan claramente que la toxicidad dentro de una organización conlleva un descenso del compromiso y un menor rendimiento de los empleados.

Ante tal situación los directivos y responsables de RRHH debemos prestar atención a los ambientes laborales. Así como fomentar climas de trabajo positivos y participativos con equidad. Solo así conseguiremos alejar luchas internas y batallas personales e impulsaremos el bienestar laboral.

Cómo reconocer a los trabajadores tóxicos

Convivir en la empresa con diferentes tipos de personas hace que, de alguna manera, nos sintamos más o menos a gusto en nuestro puesto de trabajo. Tener un compañero tóxico cerca supone sobrellevar situaciones de ataques, críticas, descalificaciones, e incluso agresividad de forma recurrente o casos de mobbing.

Desde el área de RR.HH., se ha de educar a los empleados para que sepan identificar reconocer si existe un compañero tóxico en el trabajo.

Conductas a destacar

  • Ataca a uno o varios compañeros. El objetivo del empleado tóxico es dañar a uno o varios compañeros en su honor, dignidad o reputación.
  • Descalifica a sus colegas. Su alta autoestima le hace intolerante a personas distintas a su carácter. Descalifica personal y profesionalmente al compañero con el propósito de causar daño.
  • Muestra agresividad. En su trato con los compañeros mediante expresiones hirientes y duras, o con bromas pesadas y sin gracia. Intenta provocar o atacar y crear un mal ambiente laboral.
  • Ejerce el mobbing. Muestra de forma recurrente y sistemática una violencia psicológica extrema hasta lograr que la víctima abandone su trabajo.
  • Es manipulador. Con su conducta busca generar o provocar conflictos para contaminar el ambiente. Para ello utiliza críticas, quejas constantes, desencadena rumores, mentiras, etc.
  • Resulta incompetente. Suele ser un trabajador que no cumple con sus tareas por su propia incompetencia. Esto incide en que sean sus compañeros quienes asuman sus funciones y tengan mayor carga de trabajo.
  • Toma una actitud arrogante. Se identifica por la superioridad con la que se comporta y el egocentrismo que muestra. Hace palpable que su trabajo en la empresa es más importante que los del resto.
  • Es un declarado anti jefe. En ocasiones, la mala actitud y el mal comportamiento se centra en sus superiores, mostrando hostilidad hacia ellos.

En este aspecto, la colaboración estrecha entre responsable de equipos y gestión de Recursos Humanos se evidencia como clave. Contar con un software de RRHH.

Empleados tóxicos: características identificativas

El trabajador tóxico constituye una barrera para el desarrollo de la empresa y posee la capacidad de destruir el tejido humano y de producción de una organización.

Las características que presenta en el perfil un empleado tóxico según los expertos en gestión de Recursos Humanos:

  • Narcisista. Se siente superior, carece de empatía y manipula a otros para obtener lo que quiere, aunque se etiquete como persona humilde. Para impedir que un equipo alcance su máximo potencial.
  • Saboteador. El trabajador tóxico es “el lobo con piel de cordero”. Pretende ser el mejor amigo y compañero, y lo único que intenta es eclipsar la tarea y sobresalir por encima de toda la plantilla.
    Su objetivo es sabotear el éxito de los demás. Con esta meta, no duda en criticar el carácter y trabajo de los compañeros, busca ser el centro de atención imponiéndose y retrasa la tarea. También es arquetípico que intente difundir rumores y chismes para dañar a los demás.
  • Acosador. Su comportamiento se basa en intimidar, excluir y humillar. Para ello se sirve de gritos para dirigirse a otro, hace comentarios desagradables, difunde desinformación o información no contrastada.
  • Negativo. Un empleado tóxico saca todo lo más negativo. Se queja constantemente del lugar del trabajo, de cómo se enfoca la tarea, de las personas con las que trabaja y no colabora en nada para el bien común.

También se caracteriza por no proporcionar a los compañeros las herramientas e información que necesitan para desempeñar sus tareas.

Al mismo tiempo, realiza gestiones y tareas personales en horas laborales. Falsificación de documentos e incurre en delito, roba material de la oficina, e incluso para uso personal utiliza tarjetas de empresa.

¿Te has encontrado en esta situación? Sigue leyendo y te mostramos como neutralizar empleados tóxicos en la organización. 

Qué hacer con un empleado tóxico

Para evitar las consecuencias negativas que genera contar con empleados tóxicos, la empresa procede con contrataciones de prueba (de 6 meses normalmente).
La finalidad de esto es la rescisión del contrato cumplido el plazo y no pagar ningún tipo de indemnización al nuevo trabajador.

También, efectuar rotación del personal para así intentar buscar la mejor tarea y función para cada empleado, o llevar a cabo evaluaciones y encuestas asiduamente para ayudar a identificar a empleados tóxicos.

Es frecuente que en un principio aparezcan como los empleados más productivos y logran engañar. La colaboración de la plantilla y la mirada atenta de los directivos son esenciales para poder señalar al trabajador tóxico que terminará por crear situaciones de crisis a medio y largo plazo.

Cuando lo anterior falla, se debe intentar dar una oportunidad para que recapacite y mejore su conducta. Pueden servir reuniones más o menos periódicas con un diálogo claro y natural.

Se utilizan para analizar y evaluar correctamente al empleado tóxico, y poder tomar la decisión adecuada. Si aun así la mala situación en la empresa no mejora lo más idóneo es el despido.

¿Cómo gestionar a los empleados tóxicos?

Los mejores líderes son capaces de confiar en sus instintos, pero también saben apoyarse en otras fuentes de información. Si tienes dudas sobre un empleado, no tengas miedo de pedir ayuda.

Aunque no estés seguro de si alguien es tóxico o no, siempre es una buena práctica desconfiar de cualquiera que te haga sentir incómodo. Si algo no te parece bien en el trabajo, tómate el tiempo necesario para averiguar por qué.

Como directivo, es importante no solamente saber cuándo intervenir y cómo gestionar a las personas tóxicas, sino también que tu equipo confíe en ti lo suficiente como para hacerlo.

Comportamiento de empleados tóxicos

El comportamiento tóxico no siempre se manifiesta como grandes explosiones. Es más probable que sean pequeñas infracciones que se acumulan con el tiempo, y por eso es valioso documentarlas.

Necesitarás esta información si alguna vez decides tomar medidas disciplinarias contra un empleado por su comportamiento tóxico.

Pero incluso si nunca tiene que utilizar lo que ha documentado, hay otras razones para llevar un registro.

Piénsalo: si un empleado ha estado actuando de forma tóxica durante años y nadie ha dicho nunca nada al respecto (ni a él ni a nadie), eso significa que probablemente era una parte aceptada de su cultura. 

Una vez que algo se acepta como normal, puede ser difícil para la gente ver algo malo en ello. Por eso, documentar los comportamientos tóxicos puede ayudar a reforzar los valores de la empresa.


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