La gran renuncia en España: causas y consecuencias

18 de abril, 2022

El fenómeno de la gran renuncia está cobrando fuerza a lo largo y ancho del planeta en general. En EEUU, cerca de 50 millones de trabajadores renunciaron a su empleo en lo que fue el año 2021, sin tener un trabajo secundario.

La razón principal de esto es la congelación de los salarios reales a pesar del incremento del coste de vida.

Muchos empleados, sin importar edad o franja económica, seleccionan a la empresa en la que desean trabajar con base en el salario. Sin embargo, en España parece que la gran renuncia aún no está implantada.

¿Qué es la gran renuncia y cuáles son sus causas?

Actualmente, se le llama ‘la gran renuncia’ al fenómeno social mediante el cual, en EEUU, se comenzó a determinar un patrón de comportamiento específico en empleados.

Dicho comportamiento podía preciarse en todas las industrias y en distintos profesionales, quienes comenzaron a renunciar a sus empleos de forma masiva.

Los primeros registros de este fenómeno y la fecha que se señala hasta hoy día, es la primavera del 2021. Año en el cual dicho país comenzó a dar retorno a las oficinas y a los puestos de trabajo. Así como también dar fin a la serie de restricciones impuestas posterior a la expansión del COVID-19.

El nombre de gran renuncia, o en inglés, big quit, fue impuesto por Anthony Klotz, psicólogo y profesor de administración en la Escuela de Negocios de Texas.

Cabe destacar que dicho término fue utilizado por primera vez en una columna de opinión para el conocido medio de economía y finanzas Bloomberg.

Resulta ser que, entre los meses de marzo y junio, un total de casi 12 millones de empleados renunciaron a sus trabajos. Este gran número de personas optando por la baja voluntaria es un fenómeno sin precedentes; un récord histórico.

Básicamente, se trata de algo nunca antes visto, según Business Insider.

¿Cuáles son las consecuencias de la gran renuncia?

El impacto a corto plazo, casi inmediato, que implica la gran renuncia, es el aumento de los índices de desempleo. Además de un factor más inquietante: el crecimiento vertiginoso de la tasa de rotación en los países donde se propaga este fenómeno.

El efecto de contagio ocasiona que millones de personas comiencen a exigir más a las empresas sobre sus puestos de trabajo.

Mientras que, por otro lado, también comiencen a tener conciencia del evidente deterioro que muchas compañías e industrias enteras registran con base en la gestión del talento.

El evidente cambio cultural trajo consigo la recuperación. Dicho de otra manera, la visualización de un término esencial y que es indivisible del cumplimiento de objetivos de negocio: la centralidad de los colaboradores.

En el pasado quedaron aquellos días en los cuales se visualizaba a los empleados como piezas intercambiables de un simple organigrama de producción.

Actualmente, los empleados comprenden el verdadero valor que brindan a sus empresas y exigen el trato que realmente merecen. Considerando en todo momento la repercusión de su rol dentro de una organización.

Esto es muy cierto, sobre todo en la franja de empleados considerada ‘talento joven’. Quienes son personas cada vez más difíciles de atraer y exigen cada vez más por parte de sus empleadores.

Tanto así, que las tendencias de recursos humanos poco tienen con enfocarse netamente en grandes avances y despliegues de tecnología. Sino que, por otro lado, se centran en optimizar la calidad de vida dentro de las empresas fomentando ideas como:

• Motivación laboral.
• Bienestar laboral.
• Disminución del estrés laboral.
• Employee experience.

Todos estos conceptos y prácticas, forman parte de la estrategia que cada empresa debe desarrollar de acuerdo a la retención de talento. Solo así, las compañías pueden asegurarse de contar con los empleados que necesitan.

La gran renuncia en España

Primeramente, debemos considerar que la gran renuncia no es extrapolable en su totalidad. Gracias a que obedece a distintas variables del propio lugar donde surge.

Debido a cuestiones de extensión territorial, datos demográficos e idioma, es arriesgado equiparar a Estados Unidos y lo que está sucediendo allí con el contexto de cualquier otra región.

Sobre todo, cuando observamos las cifras de desempleo que se manejan en dicho país históricamente. Dicho índice ronda el 3-4%, mientras que en nuestro país hace mucho tiempo que rondan a los dos dígitos.

Sin embargo, teniendo en cuenta que vivimos en un mundo globalizado, las posibilidades de que exista una gran renuncia en Europa siempre existen.

Por ahora, el primer país que está atravesando por algo similar a la gran renuncia es nada más y nada menos que Alemania. De acuerdo a estadísticas e informaciones, existe un notorio desajuste entre la demanda y la oferta de los empleados calificados dentro del sector industrial.

Esto puede resultarnos bastante llamativo considerando la exitosa campaña de vacunación que realizaron. E incluso la vuelta anticipada a la ‘normalidad’ posterior al COVID-19, además de los índices históricos de bajo desempleo.

Esto, en general, pone en manifiesto que la brecha existente entre empleadores y empleados pasa por un aspecto cualitativo: la modificación de la cultura del trabajo.

En definitiva, la gran renuncia puede existir en cualquier región a nivel mundial, dependiendo siempre de las crisis que estén atravesando los países en cuestión.

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