Formación

Cómo crear una política de formación de empleados firme

¿Aún no estás trabajando en la política de formación en la empresa? Te contamos todas sus ventajas para que pases a la acción. ¡Léenos!

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Isabel García

HR Consultant

politica de formacion en la empresa

10 de febrero, 2023

La política de formación en la empresa tiene que ser uno de los pilares fundamentales de la misma. La formación de los trabajadores es vital para que puedan evolucionar, ascender y, además, adaptarse a los continuos cambios que está experimentado el mercado laboral.

En este artículo te vamos a explicar en qué consiste la política de formación en una compañía. Así como la importancia de establecerla y continuarla y, además, qué normas se recogen en la misma. ¡Sigue leyendo!

Qué es la política de formación en la empresa

La política de formación en la empresa se puede definir como el conjunto de acciones y estrategias cuyo objetivo es actualizar, reciclar y renovar las competencias de la plantilla.

El fin último de esta política es ahorrar tiempo y costes económicos, así como ganar en productividad.

La pandemia que se originó en 2020 destapó las debilidades de trabajadores y empresas y, además, alumbró un mundo nuevo.

Un tiempo en el que la incertidumbre es la pauta que está marcando nuestra época. Ya que tras esta crisis, se inició la guerra de Ucrania y un escenario de inestabilidad internacional. Situación que está provocando fuertes turbulencias en todos los ámbitos.

Los escenarios que estamos viviendo requieren de empresas preparadas y fuertes, por lo tanto, los trabajadores también tienen que estarlo.

Por ello, la política de formación en la empresa es clave para afrontar el presente y el futuro. Es decir, para tener a una plantilla organizada y competitiva frente a los retos.

Objetivos de la política de formación

Las principales metas de una política de formación en la empresa son las siguientes:

  • Detectar las posibles carencias de los trabajadores en cuanto a formación de empleados se refiere y, además, en sus respectivos puestos de trabajo.
  • Desarrollar mejoras en las aptitudes de los empleados y la capacidad de respuesta ante posibles imprevistos.
  • Aumentar el rendimiento y la productividad de la compañía a nivel global.
  • Ofrecer nuevas orientaciones en forma de promociones y oportunidades para los trabajadores dentro de la misma organización.
  • Conseguir nuevos conocimientos y destrezas para los empleados.
  • Mejorar y cambiar la actitud de los trabajadores en las tareas que realizan.
  • Conseguir trabajadores polivalentes, es decir, que sean capaces de realizar todo tipo de tareas en diferentes puestos.
  • Aumentar el bienestar de las personas que integran la compañía, así como su propia valoración. Por ello, también mejorará la satisfacción personal de las mismas.

Por qué es necesario seguir una política de formación

Las organizaciones han ido de forma paulatina elaborando la política de formación en la empresa.

Esto es así debido a las numerosas ventajas y beneficios que reporta, tanto a la empresa como a los trabajadores.

Ventajas para la empresa

En primer lugar, si la plantilla está correctamente formada, ejecutará sus funciones de una forma muy eficiente. Por lo tanto, los productos y servicios serán de mayor calidad.

En segundo lugar, una plantilla de trabajadores formada y preparada hará que la empresa sea un referente en el sector de su actividad económica. Y, por consiguiente, consigue un alto nivel de crecimiento.

En tercer lugar, la empresa que dispone de un plan de carrera se convierte en una opción prioritaria para las personas que buscan empleo. Es decir, será una empresa que atrae el talento.

Ventajas para los empleados

Los empleados que disfrutan de una política de formación en la empresa tienen las siguientes ventajas:

  • Posibilidad de reciclarse y adaptarse a las nuevas demandas del mercado laboral con los cursos que ofrece la compañía en diferentes áreas y sectores.
  • Las formaciones se han transformado totalmente desde que se inició la pandemia, ya que ahora se trabaja mucho más en formato online que presencial. Por ello, esta nueva modalidad va a permitir un mayor uso de las tecnologías. Y, además, adaptarse a la transformación digital que tanto está cambiando nuestras vidas.
  • Con una mejor preparación en diferentes áreas, el trabajador puede optar a vacantes internas o a movilidad geográfica. Por ello, es posible que las condiciones laborales sean más positivas y, además, que el salario sea también mayor.

Qué normas recoge la política de formación

Un plan formativo ha de recoger una serie de normas por las cuales se regirá la misma (procedimiento, requisitos, formato, etc.).

Es una norma interna más de la empresa y, por lo tanto, de obligado cumplimiento para todas las áreas que estén involucradas en este proceso.

A continuación, te explicamos las normas más relevantes de una política de formación en la empresa correcta.

Tipos de formación

Hay numerosos ejemplos de formación en empresas que se pueden englobar en la política de formación en la empresa. No obstante, la mayoría de ellos se encuadra en los siguientes grupos:

  • Método (canal o soporte a través del cual se imparte la formación). Los métodos empleados son tres: formato online, presencial o colaborativo entre distintos compañeros.
  • La gestión hace referencia al lugar del que proceden los fondos para poder abonar esta formación.
    • Por un lado, tenemos la formación bonificada. Un tipo de ayuda de carácter estatal que se ofrece a las empresas para que inviertan en formación.
    • Y, por otro lado, la formación subvencionada. Es decir, la empresa no asume ningún coste, ya que es la propia administración pública quien lo abona.

Proceso

La norma que recoja la política de formación en la empresa tiene que establecer el proceso de principio a fin. Todo para que los trabajadores puedan optar a ella:

  1. Análisis de las necesidades formativas. Es el punto de partida por el cual se detectan las necesidades en cuanto a conocimientos y, además, se proponen los refuerzos que sean necesarios.
  2. Determinar los objetivos de aprendizaje. Tienen que ser específicos, eficaces y medibles.
  3. Definición de la metodología y diseño del contenido. En esta fase se elige el material de capacitación, el método de aprendizaje y las actividades a realizar.
  4. Monitorización y formación. La última parte es la formación en sí y el seguimiento posterior de la misma.

¿Tienes una política de formación en la empresa? Si no es así te animamos a que elabores una en coordinación con el resto de áreas responsables.

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