Honorarios
Los honorarios son un tipo de pago que se efectúan a alguien que realiza de manera autónoma una tarea o servicio para una empresa o persona.
Los honorarios son un tipo de pago que se efectúan a alguien que realiza de manera autónoma una tarea o servicio para una empresa o persona.
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Miguel Ángel Díaz
HR Consultant
11 de febrero, 2025
¿Qué es un trabajador por honorarios? ¿En qué difiere de un trabajador con nómina? Conoce en profundidad el significado de honorarios, en qué casos es recomendable y en qué beneficia al trabajador y a la empresa. Los contratos por honorarios son cada vez más habituales, actualmente está creciendo la tendencia de crear relaciones individuales de trabajo ausentes de toda formalidad.
El contrato por honorarios es una convención en virtud de la cual una parte se encuentra obligada a prestar servicios específicos, por un tiempo determinado a favor de otro, el que a su vez se obliga a pagar una cierta cantidad de dinero por dichos servicio.
Los honorarios son un tipo de pago que se efectúa a alguien que realiza de manera autónoma una tarea o servicio para una empresa o persona. Se entiende que esta contraprestación económica que percibe un profesional por la prestación de servicios.
Esto significa, que no se trata de un trabajador que se encuentra en nómina, es decir, que no existe una relación laboral contratada, sino que al tener tareas puntuales o temporales se cuenta con su experiencia y labores de vez en cuando.
Cuando se terciariza el personal u otra actividad fuera de la empresa suele contarse con profesionales que controlan cierta actividad que no es la principal de la organizaciones, en estos casos es posible realizar un acuerdo por honorarios, dado que se cuenta puntualmente con esa ayuda. Los trabajos de recursos humanos, de arquitectura, de asesorías, de comunicación o de diseño son los más habituales a la hora de contar con un trabajador por honorarios.
Un trabajador por honorarios no tiene derecho a la participación de utilidades, sin embargo, posee otras ventajas, lee y presta atención:
Una de las desventajas de optar por el pago por honorarios es que frente a los ingresos asimilados a salarios implica que el trabajador asume las obligaciones fiscales y no al revés, como en los asimilados a salarios que es la empresa la que asume la retención del ISR.
Las diferencias entre sueldo y honorarios radican principalmente en la naturaleza de la relación laboral, la forma de remuneración y las obligaciones fiscales y de seguridad social.
Es decir que, mientras que el sueldo se asocia a una relación laboral dependiente con remuneración fija y obligaciones fiscales a cargo del empleador, los honorarios corresponden a servicios prestados de manera independiente, con remuneración variable y responsabilidades fiscales asumidas por el propio profesional.
Para estipular el pago de honorarios en un contrato de prestación de servicios, es fundamental detallar claramente los términos y condiciones relacionados con la remuneración del profesional independiente. A continuación, se indican los elementos clave que deben incluirse:
Monto de los honorarios: especificar la cantidad exacta que se pagará por los servicios prestados. Esto puede ser una tarifa fija por proyecto, una tarifa por hora o cualquier otra modalidad acordada entre las partes.
Forma de pago: indicar el método mediante el cual se realizará el pago, ya sea mediante transferencia bancaria, cheque u otro medio acordado.
Plazos de pago: establecer las fechas o condiciones bajo las cuales se efectuará el pago. Por ejemplo, se puede acordar un pago inicial al comenzar el proyecto y el saldo al finalizar, o pagos periódicos según hitos específicos del proyecto.
Gastos adicionales: determinar si existen gastos que serán reembolsados por el contratante, como desplazamientos, materiales o herramientas, y cómo se gestionará su reembolso.
Impuestos y retenciones: especificar las responsabilidades fiscales de cada parte, incluyendo quién se encargará de las retenciones de impuestos aplicables y la emisión de comprobantes fiscales.
Duración del contrato: definir el período durante el cual se prestarán los servicios, incluyendo fechas de inicio y finalización, así como las condiciones para la renovación o terminación anticipada del contrato.
Descripción de los servicios: detallar las tareas y responsabilidades específicas que el profesional llevará a cabo, asegurando claridad en las expectativas de ambas partes.
Confidencialidad y propiedad intelectual: incluir cláusulas que protejan la información confidencial y establezcan la titularidad de los derechos sobre el trabajo realizado.
Resolución de conflictos: establecer los mecanismos para la resolución de disputas que puedan surgir durante la ejecución del contrato, como mediación o arbitraje.
Recuerda que es fundamental que ambas partes revisen y comprendan todos los términos del contrato antes de su firma, para garantizar una relación profesional clara y evitar malentendidos futuros.
Además, es recomendable que el contrato sea redactado o revisado por un profesional legal para asegurar su validez y cumplimiento de las normativas vigentes.