Despido improcedente
El despido improcedente es una decisión unilateral, por parte del empresario, de extinguir la relación laboral que se tenía con la empresa.
El despido improcedente es una decisión unilateral, por parte del empresario, de extinguir la relación laboral que se tenía con la empresa.
¿Necesitas ayuda?
Sara González
HR Consultant
6 de febrero, 2025
Está claro que un despido nunca es una buena nueva, y menos todavía cuando se trata de un despido improcedente. Este tipo de despido se trata de una decisión unilateral, por parte del empresario, de extinguir la relación laboral. Para que este despido sea calificado como improcedente, debe impugnarse ante el orden social, y este cuenta con una serie de consecuencias.
Un despido se considera improcedente cuando la empresa finaliza la relación laboral sin una causa legalmente justificada o sin cumplir con los requisitos formales establecidos por la normativa laboral. Esto puede ocurrir en dos situaciones principales:
El empleador no puede acreditar un incumplimiento grave por parte del trabajador que justifique el despido. Por ejemplo, si se alega una causa disciplinaria sin pruebas suficientes o sin fundamento.
Aunque exista una causa justificada, el despido puede ser declarado improcedente si no se siguen los procedimientos formales requeridos. Esto incluye la omisión de la fecha de efectos del despido o la falta de acreditación de las causas alegadas en la carta de despido.
Cuando un despido es declarado improcedente, el empleador tiene un plazo de cinco días para optar entre:
Un despido improcedente tiene dos efectos finales: el reingreso en la empresa o el abono de la indemnización debida. Esto depende del empresario, que tiene un plazo de 5 días para manifestar su opción. En caso de que no se manifestara se optará or la readmisión del trabajador.
En el caso de readmitir al trabajador deberá abonar los salarios de tramitación pero no la indemnización. El salario de tramitación se establece para cubrir la pérdida de ingresos mientras el trabajador inicia las reclamaciones hasta que se notifica la sentencia, puesto que este habrá estado fuera de su puesto de trabajo.
En el caso de que quede declarado el despido improcedente el trabajador tendrá derecho a una indemnización. El valor de esta equivale a 33 días de salario por cada año de servicio a la empresa, existiendo un límite de 24 mensualidades.
Tras el despido improcedente el trabajador quedará en situación de desempleo, por lo que tendrá derecho al paro y podrá solicitarlo.
Ante un despido que consideras improcedente, es fundamental actuar con prontitud y seguir una serie de pasos para proteger tus derechos laborales:
Analiza detenidamente la carta de despido para comprender las causas alegadas por la empresa y verificar si se han cumplido los requisitos formales. Es recomendable firmar la notificación añadiendo la anotación «No conforme» para dejar constancia de tu desacuerdo.
Reúne toda la documentación relacionada con tu relación laboral, como contratos, nóminas, comunicaciones y cualquier otro documento que pueda servir como evidencia en una posible reclamación.
Contacta a un abogado especializado en derecho laboral para evaluar tu situación y recibir orientación sobre los pasos a seguir. El asesoramiento profesional es crucial para construir un caso sólido.
Antes de acudir a los tribunales, es obligatorio presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) de tu comunidad autónoma. Este paso busca alcanzar un acuerdo entre las partes y debe realizarse dentro de los 20 días hábiles siguientes al despido.
Si la conciliación no resulta en un acuerdo, puedes interponer una demanda ante el Juzgado de lo Social correspondiente. El proceso judicial determinará si el despido fue improcedente y las posibles compensaciones o medidas a tomar.
Es esencial respetar los plazos establecidos y seguir estos procedimientos para salvaguardar tus derechos laborales y obtener una resolución justa ante un despido improcedente.
La indemnización por despido improcedente en España se calcula en función de la antigüedad del trabajador y su salario. El cálculo se divide en dos periodos, debido a la reforma laboral de 2012:
Para calcular la indemnización total, se deben sumar las cantidades correspondientes a ambos periodos. Es importante tener en cuenta que, aunque se sumen ambas indemnizaciones, el total no puede superar las 42 mensualidades establecidas como tope máximo.
Por ejemplo, si un trabajador ha estado en la empresa desde el 1 de enero de 2010 hasta el 1 de enero de 2025, se calcularía la indemnización de la siguiente manera:
Dado que el máximo permitido es de 24 mensualidades (720 días), en este caso, la indemnización total estaría dentro del límite legal.
Es recomendable utilizar herramientas oficiales, como la proporcionada por el Consejo General del Poder Judicial, para calcular con precisión la indemnización que corresponde en cada caso.
Además, es aconsejable consultar con un profesional del derecho laboral para asegurarse de que el cálculo sea correcto y se ajusta a la normativa vigente.