Gastos deducibles
Descubre en qué consisten los gastos deducibles para las empresas y más información en nuestro diccionario laboral.
Descubre en qué consisten los gastos deducibles para las empresas y más información en nuestro diccionario laboral.
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Miguel Ángel Díaz
HR Consultant
5 de febrero, 2025
En el competitivo mundo empresarial, gestionar de manera eficiente los recursos financieros es clave para el éxito. Los gastos deducibles son aquellos gastos que, según la legislación fiscal, pueden restarse de los ingresos brutos para calcular la base imponible del impuesto sobre sociedades.
Esto no solo permite a las empresas optimizar su carga fiscal, sino también reinvertir en su crecimiento y competitividad. En este artículo, exploraremos en qué consisten estos gastos, cuáles son sus principales categorías y cómo pueden contribuir a una mejor gestión financiera.
Para que Hacienda le dé el visto bueno a los gastos deducibles deberán, principalmente, ser afectos a la actividad, es decir, que tengan vinculación con la actividad que desarrollas, también, que estén documentados bien en facturas o en recibos (según el caso) y por último, que estén registrados en los libros contables que debe de llevar un autónomo en estimación directa normal o simplificada (ya que en módulos el único libro obligatorio es el libro de Inversión).
Como tal, responde al desarrollo de la actividad económica, es decir, las mercancías que necesitamos comprar como empresa para poder vender nuestro producto o prestar nuestro servicio al cliente, por tanto, recogen las adquisiciones de bienes corrientes utilizados con el fin de obtener ingresos.
Como lo define el Plan General de Contabilidad “remuneraciones, fijas y eventuales, al personal de la empresa”, por tanto, ambas son cuantías económicas que recibe el trabajador en concepto nómina, y las cuales son desgravables para el autónomo.
En esta partida se recoge la cuota patronal que paga la empresa por la contratación de un trabajador a la Seguridad Social, también incluye la cuota del propio autónomo e incluso la del autónomo colaborador si existiese.
Sobre el control de gastos, aquí se recogerían las indemnizaciones, liquidaciones de despido, etc., van al Modelo 130, igual que los dos anteriores.
Como su palabra indica se incluirían todos los alquileres que el autónomo tuviese relacionados con la actividad tanto sean inmobiliarios como financieros.
El Impuesto sobre Sociedades es un lío. ¿Qué gastos son deducible y cuáles no? Si por algo destaca este impuesto es por su maraña de gastos deducible que reducen el tipo que pagarán las empresas. Sin embargo, hay otros que no están incluidos a la hora de rendir cuentas al fisco.
La normativa vigente del Impuesto de Sociedades permite que haya una serie de gastos que se pueden deducir de la base imponible. Esto es así porque se entiende que para poder mantener un negocio es necesario, por ejemplo, comprar materiales y pagar determinados servicios que afectan a los beneficios contables.
Los gastos deducibles permiten al Estado premiar cierto tipo de inversiones o a ciertas empresas que ayudan a la buena marcha de la economía.
En el contexto de una nómina, las deducciones son las cantidades que se restan del salario bruto de un empleado para determinar su salario neto. Estas deducciones pueden ser obligatorias o voluntarias y se aplican por diversos conceptos. Entre las principales deducciones en la nómina se incluyen:
Son aportaciones obligatorias que el trabajador realiza para financiar prestaciones como jubilación, desempleo o incapacidad. Estas cotizaciones se calculan aplicando un porcentaje sobre la base de cotización del empleado.
La empresa retiene una parte del salario del trabajador como adelanto del IRPF que este deberá pagar en su declaración anual. El porcentaje de retención varía según factores como el salario, la situación familiar y las circunstancias personales del empleado.
Si el trabajador está afiliado a un sindicato, la cuota correspondiente puede deducirse directamente de la nómina. Estas cuotas son voluntarias y su importe depende del sindicato y del acuerdo con el afiliado.
En profesiones donde la colegiación es obligatoria, las cuotas abonadas al colegio profesional pueden deducirse de la nómina. Estas aportaciones son necesarias para el ejercicio de ciertas profesiones y su cuantía varía según el colegio.
Si el empleado ha solicitado un anticipo de su salario, la cantidad adelantada se deduce en la nómina correspondiente. Los términos y condiciones de los anticipos suelen establecerse en la política interna de la empresa.
Beneficios como seguros médicos, vales de comida o uso de vehículo de empresa pueden considerarse retribución en especie y estar sujetos a deducciones específicas. La valoración de estos beneficios y su tratamiento fiscal dependen de la normativa vigente y de las políticas de la empresa.
Calcular las deducciones en una nómina es esencial para determinar el salario neto que un empleado recibirá. Estas deducciones se restan del salario bruto y comprenden principalmente las cotizaciones a la Seguridad Social y las retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
A continuación, se detallan los pasos para calcular estas deducciones:
Incluye todas las remuneraciones que el empleado tiene derecho a recibir por su trabajo, como el salario base, complementos salariales, horas extras y otras remuneraciones.
Embargos salariales: En caso de deudas u obligaciones legales que requieran la retención de una parte del salario.
Resta del salario bruto todas las deducciones mencionadas para obtener el salario neto que el empleado recibirá.