Cierre patronal
Un cierre patronal es una medida de urgencia utilizada en casos concretos, aunque también puede ser empleada para ejercer presiones.
Un cierre patronal es una medida de urgencia utilizada en casos concretos, aunque también puede ser empleada para ejercer presiones.
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Miguel Ángel Díaz
HR Consultant
31 de octubre, 2024
Un cierre patronal es España es algo poco común, pero se puede dar el caso. En resumidas cuentas, se trata de un conflicto prolongado con los trabajadores y también es conocido como lockout.
Se trata de una situación en la que el empresario decide, de forma unilateral, suspender la actividad de la empresa. Esto causa que los trabajadores no pueden realizar sus funciones de forma normal. No obstante, se ha de entender que, aunque se detenga la actividad, no existe una extinción de la compañía.
De esta manera, los patronos o empresarios pueden presionar a los empleados, a los sindicatos o incluso al Gobierno con un cierre definitivo si se tomaran decisiones que pudieran ser nocivas para sus intereses o actividades, y que no se hayan podido solventar a través de una negociación colectiva.
Por lo general, los cierres patronales no son ilegales, el Tribunal Constitucional recoge los casos en los que sería justificado, siempre y cuando se notifique a las autoridades laborales de la debida manera y con una antelación de 12 horas. Así pues, los cierres patronales son lícitos:
Una de las principales consecuencias de los cierres patronales es que el contrato laboral queda suspendido. Esto quiere decir que los trabajadores con contrato no cobran durante el periodo que dure el cierre, y tampoco tienen derecho a las prestaciones ligadas al contrato por enfermedad o desempleo.
Un cierre patronal se trata de una medida de emergencia que se ve justificada, aunque en otras ocasiones puede ser utilizada para ejercer presión. Es por ello que la Administración es la encargada de revisar los casos derivados de este tipo de medias para evitar fraudes.