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Pago delegado: ¿en qué consiste y cómo gestionarlo correctamente?
Te explicamos qué es el pago delegado y cómo se gestiona cuando un trabajador sufre una baja por accidente o enfermedad laboral.
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Te explicamos qué es el pago delegado y cómo se gestiona cuando un trabajador sufre una baja por accidente o enfermedad laboral.
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Sara González
HR Consultant
12 de junio, 2025
En el dinámico mundo de la gestión de personal, el pago delegado es un tema relevante y esencial para garantizar una correcta gestión de Recursos Humanos y el cumplimiento de las normativas laborales. Este sistema funciona así: la empresa adelanta a sus empleados el dinero de las bajas médicas (incapacidad temporal o IT) en lugar de que lo haga directamente la Seguridad Social o la mutua. Luego, la empresa recupera esos importes descontándolos de las cuotas que debe ingresar a la Seguridad Social. En esencia, la empresa actúa como un intermediario que anticipa un dinero que no le corresponde pagar, para luego ser compensada por ello.
Si eres un responsable de RRHH o un empresario que busca entender mejor cómo implementar el pago delegado y cómo se relaciona con la gestión de nóminas, estás en el lugar correcto. ¡Sigue leyendo para descubrir todo al respecto!
El pago delegado es un mecanismo que permite que una empresa delegue el pago de una determinada prestación económica o social a una entidad externa, normalmente una aseguradora o una mutua, cuando el trabajador se encuentra en una situación de incapacidad temporal o baja médica.
Este tipo de pago es frecuente en situaciones como accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, en las que el empleado no puede acudir a su puesto de trabajo pero sigue teniendo derecho a recibir una compensación económica.
En lugar de que la compañía realice directamente el pago del salario al empleado durante su baja, la responsabilidad se transfiere a la entidad encargada de la gestión de la incapacidad temporal (como una mutua). Ésta le abonará el pago en función de su base reguladora y de los términos acordados.
De esta forma, la empresa reduce su carga administrativa y se asegura de que el trabajador recibe la compensación correcta. Además el pago delegado está regulado por la Seguridad Social y tiene un papel fundamental en la gestión de personal. En lugar de que los recursos humanos se encarguen de todo el proceso relacionado con las bajas, distribuye responsabilidades.
En el sistema de pago delegado, es la Seguridad Social o las mutuas colaboradoras quienes asumen la responsabilidad de abonar las prestaciones económicas al trabajador. La empresa, aunque no realiza el pago directamente, tiene la responsabilidad de notificar las bajas de los empleados a las autoridades competentes y proporcionar toda la documentación médica y administrativa necesaria.
El proceso de pago delegado garantiza que el trabajador reciba las prestaciones en tiempo y forma, mientras que la empresa puede centrarse en otras áreas de gestión, como la optimización de los recursos humanos. Este sistema simplifica la gestión de las bajas y reduce los costes administrativos de la empresa, además de asegurar que el trabajador no se vea afectado por la demora en los pagos.
La diferencia principal entre pago directo y pago delegado radica en quién realiza el pago de las prestaciones durante las bajas de los empleados. En el pago directo, la empresa es responsable de abonar directamente al trabajador el salario correspondiente durante el período de incapacidad temporal. Este proceso requiere que la empresa gestione las bajas médicas y se encargue de la liquidación de los salarios, lo que puede generar una carga administrativa significativa.
Por otro lado, el pago delegado implica que la Seguridad Social o una mutua colaboradora se encarguen del pago directo al trabajador durante su baja. La empresa sigue siendo responsable de comunicar la baja y gestionar la documentación necesaria, pero es la entidad externa la que realiza el abono. Este tipo de pago es común en situaciones de incapacidad temporal o enfermedades profesionales, y permite a la empresa reducir la carga administrativa relacionada con el proceso.
El proceso de pago delegado se inicia cuando un empleado es dado de baja por incapacidad temporal, ya sea por enfermedad o accidente laboral. La empresa debe notificar la baja a la Seguridad Social o a la mutua colaboradora correspondiente. El trabajador también deberá presentar la documentación médica adecuada para que se pueda validar su incapacidad temporal.
Una vez verificada la baja, la Seguridad Social o la mutua procederán a realizar el pago de las prestaciones al trabajador, según lo estipulado por la normativa vigente. La empresa no tiene que preocuparse por realizar el pago directamente, pero sigue siendo responsable de la gestión administrativa de las bajas y de asegurar que todos los trámites se realicen correctamente. Este proceso permite una mayor eficiencia y reduce la carga de trabajo del departamento de RRHH, que puede dedicar más tiempo a tareas estratégicas.
El pago delegado ofrece múltiples ventajas tanto para las empresas como para los empleados. Entre los beneficios más relevantes se incluyen:
La cantidad que un empleado recibe bajo el régimen de pago delegado depende de diversos factores, como el tipo de baja, la base de cotización y la duración de la incapacidad temporal.
En general, el pago delegado se realiza en base a un porcentaje de la base reguladora del salario del trabajador. Algunos aspectos que se deben conocer son:
Se calcula a partir de la base de cotización por contingencias comunes, que está incluida en el recibo de salario mensual del trabajador. Dependiendo del tipo de baja, se puede aplicar un porcentaje diferente.
En el caso de una baja por enfermedad común, el trabajador recibe el 60% de su base reguladora durante los primeros 20 días de la baja, y un 75% a partir del día 21. Si se trata de un accidente laboral o enfermedad profesional, el porcentaje puede ser más alto, alcanzando hasta el 75% desde el primer día.
La duración del pago delegado depende del tiempo que el trabajador se mantenga en situación de baja. Por lo general, se paga durante el tiempo que el trabajador no pueda ejercer su trabajo debido a la incapacidad, pero siempre sujeto a los plazos establecidos por la normativa vigente.
El pago delegado comienza cuando se produce la incapacidad temporal del trabajador y se certifica la baja médica. Para que se active, deben cumplirse ciertos requisitos y formalidades.
La empresa tiene que notificar a la mutua o entidad encargada de gestionar la baja de forma oportuna para que el proceso de pago pueda iniciarse lo antes posible. Para el inicio del pago se necesita:
El pago delegado se efectúa a partir del cuarto día de la baja, ya que los tres primeros días de incapacidad son considerados «carencia» y no se pagan (salvo en caso de accidente de trabajo, en que el pago empieza desde el primer día).
Por ello, la organización y la mutua deben gestionar la información con rapidez, para evitar retrasos en el inicio del pago delegado.
La gestión de pago delegado puede ser un proceso complejo, pero con una adecuada organización y una comunicación fluida entre las partes este proceso puede llevarse a cabo de manera eficiente.
Aquí te dejamos algunos consejos para una correcta gestión de pagos delegados:
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