Empleabilidad
La empleabilidad se relaciona con el mix de capacidades y talentos que permiten que una persona esté en condiciones de mantener un trabajo.
La empleabilidad se relaciona con el mix de capacidades y talentos que permiten que una persona esté en condiciones de mantener un trabajo.
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Mireya Ruiz
HR Consultant
13 de febrero, 2025
En el contexto globalizado en el que vivimos actualmente no es complicado encontrar oportunidades laborales, pero ¿puedes incrementar tu índice de empleabilidad para multiplicar tus posibilidades de encontrar trabajo? Sí puedes, sigue leyendo y descubre todos los secretos del concepto de empleabilidad, así como los factores más importantes para hacerte empleable e irresistible ante cualquier proceso de selección de personal.
Existen múltiples definiciones de empleabilidad, nosotros lo asociamos al conjunto de capacidades y talentos que permiten que una persona esté en condiciones de encontrar y mantener un trabajo.
En otras palabras, se trata de la capacidad de adaptar las circunstancias de cada uno tanto profesionales como personales a las necesidades del mercado laboral. Es decir, que el concepto de empleabilidad se asocia también a todo aquellos que te ayude a desarrollarte en el ámbito laboral.
Podemos diferenciar entre dos clases de empleabilidad, la empleabilidad interna que recoge cada una de las habilidades concretas que poseen dentro de la empresa en la que trabajas actualmente y la empleabilidad externa que se define como el conjunto de habilidades que despliegas en el mercado laboral en general.
Para mejorar profesionalmente y conseguir tener un perfil empleable es esencial tener una serie de competencias básicas, competencias funcionales y conductuales que sean atractivas de cara al mercado laboral. En este sentido, las competencias y habilidades de cada persona juegan un papel muy importante en el índice de empleabilidad de cada uno.
Si posees un nivel alto de empleabilidad disfrutarás de mayores oportunidades laborales debido a que encajasás con los requisitos más demandados por las organizaciones para un determinado puesto o rol laboral y siempre de la mano de la motivación laboral.
Esto significa que tu propia empleabilidad está estrechamente relacionada con las expectativas y la visión que puedes poseer de tu trayectoria profesional y se asocia en gran con el potencial laboral.
La empleabilidad se refiere al conjunto de habilidades, conocimientos y actitudes que permiten a una persona obtener y mantener un empleo adecuado. Aunque no existe una clasificación universalmente aceptada, comúnmente se identifican tres elementos fundamentales:
Competencias: Incluyen tanto las habilidades técnicas específicas del puesto como las habilidades blandas, como la comunicación efectiva, el trabajo en equipo y la resolución de problemas.
Formación continua: La actualización constante de conocimientos y la adaptación a las nuevas tendencias y tecnologías del mercado laboral son esenciales para mantener la relevancia profesional.
Adaptabilidad: La capacidad de ajustarse a cambios en el entorno laboral, asumir nuevos roles y enfrentar desafíos imprevistos es crucial para la empleabilidad.
Existen diferentes tipos de empleabilidad que destacan distintos aspectos de esta capacidad:
Se refiere a las habilidades y competencias que permiten a un trabajador conservar su puesto y progresar dentro de la empresa en la que actualmente trabaja. Esto incluye el desarrollo de habilidades específicas relacionadas con su rol y la adaptación a las necesidades y cambios internos de la organización.
Hace referencia al conjunto de habilidades y competencias que hacen que el perfil del trabajador sea atractivo para otras empresas en el mercado laboral general. Esto implica poseer conocimientos y habilidades que son demandados por otras organizaciones, facilitando la movilidad laboral.
Además de estas dos categorías principales, algunos enfoques amplían la clasificación de la empleabilidad:
Se refiere a la capacidad de una persona para ser empleable dentro de un sector económico específico, como tecnología, salud, finanzas o educación. Cada sector puede tener requisitos y demandas particulares que influyen en la empleabilidad de los individuos.
Se centra en habilidades y competencias altamente especializadas que son valoradas en nichos específicos del mercado laboral. Los individuos con este tipo de empleabilidad poseen conocimientos profundos en áreas particulares, lo que puede hacerlos indispensables para ciertos roles o industrias.
Comprender estos tipos de empleabilidad puede ayudar a los individuos a identificar áreas de desarrollo y a diseñar estrategias para mejorar su posición en el mercado laboral, ya sea dentro de su organización actual o en el mercado laboral en general.
Mejorar la empleabilidad implica desarrollar y fortalecer una serie de competencias y estrategias que incrementen tus oportunidades en el mercado laboral. A continuación, se presentan algunas recomendaciones clave:
Desarrollo de habilidades blandas: Las competencias interpersonales, como la comunicación efectiva, la empatía, la capacidad de trabajo en equipo y la resolución de problemas, son altamente valoradas por los empleadores.
Formación continua: Mantenerse actualizado en las tendencias y avances de tu sector es esencial. Participa en cursos, talleres y seminarios que enriquezcan tus conocimientos y habilidades técnicas.
Adaptabilidad y flexibilidad: La capacidad de ajustarse a nuevos entornos y desafíos es crucial en un mercado laboral en constante cambio. Desarrolla una mentalidad abierta y dispuesta a aprender y asumir nuevas responsabilidades.
Networking: Construir y mantener una red de contactos profesionales puede abrir puertas a oportunidades laborales. Asiste a eventos de la industria, participa en comunidades profesionales y utiliza plataformas en línea para conectarte con otros profesionales.
Presencia en línea: Asegúrate de que tu perfil en plataformas profesionales esté actualizado y refleje tus habilidades y experiencias. Una presencia en línea bien gestionada puede atraer la atención de reclutadores y empleadores.
Aprendizaje de idiomas: El dominio de otros idiomas, especialmente el inglés, amplía tus posibilidades en el mercado laboral global y te permite acceder a oportunidades en empresas multinacionales.
Gestión del tiempo: La capacidad de organizar y priorizar tareas de manera eficiente es esencial para aumentar la productividad y demostrar compromiso y responsabilidad en el entorno laboral
Tanto es así que el perfil de empleabilidad que tienes puede vincularse con la adaptación. Con el paso del tiempo y las necesidades del mercado laboral los profesionales tienen que adaptarse y encajar en aquellos perfiles más punteros.
Formarse para seguir creciendo a nivel laboral es imprescindible, lo que conlleva sí o sí una actualización constante de los conocimientos y una adaptación constante a los cambios que experimenta el entorno laboral.
Por lo tanto, la diferencia entre ambos términos es que la adaptabilidad es un factor de la empleabilidad que amplía tus posibilidades laborales.
La empleabilidad se refiere a la capacidad de una persona para obtener y mantener un empleo, así como para adaptarse a las demandas cambiantes del mercado laboral. Diversos factores influyen en esta capacidad, y pueden clasificarse en dos categorías principales:
Formación y educación: Un nivel educativo adecuado y una formación continua son esenciales para adquirir y actualizar las competencias profesionales necesarias.
Experiencia laboral: La experiencia previa en roles similares o en el sector relevante aumenta la empleabilidad al demostrar habilidades prácticas y conocimiento del campo.
Habilidades y competencias: Incluyen tanto las habilidades técnicas específicas del puesto como las habilidades blandas, como la comunicación efectiva, la creatividad y la capacidad de adaptación.
Personalidad y actitud: Una actitud positiva, proactividad y disposición para aprender son cualidades valoradas por los empleadores.
Motivación y objetivos: Tener metas profesionales claras y estar motivado para alcanzarlas influye en la percepción de empleabilidad.
Mercado laboral: La demanda de profesionales en un sector o industria específica afecta las oportunidades de empleo disponibles.
Economía: Las condiciones económicas generales, como recesiones o expansiones, influyen en la creación o reducción de puestos de trabajo.
Tecnología e innovación: Los avances tecnológicos pueden crear nuevas oportunidades laborales o hacer obsoletas ciertas profesiones, requiriendo adaptación y aprendizaje continuo.
Políticas laborales: Las regulaciones gubernamentales y las políticas de empleo pueden facilitar o dificultar la contratación y el mantenimiento del empleo.
Comprender estos factores es crucial para identificar áreas de mejora y desarrollar estrategias que aumenten la empleabilidad en un entorno laboral dinámico.