Techo de cristal

El techo de cristal hace referencia a una barrera invisible que impide a las mujeres optar por los puestos de responsabilidad de una empresa.

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Alba Gijón

HR Consultant

brecha de género en empresas

12 de febrero, 2025

En los últimos términos este concepto ha ido ganando popularidad, y cada vez se escuchaba más debido a la problemática que señala, y a la polémica que esto causa. El techo de cristal hace referencia a una barrera invisible que impide a las mujeres optar por los puestos de responsabilidad de una empresa.

Esta expresión se remonta a 1978, momento en el que la consultora Marilyn Loden argumentó que las mujeres no ascendían dentro del mundo laboral debido a la cultura laboral que obstruye sus aspiraciones y que no fomentaba una igualdad de oportunidades y condiciones. En el año 1986 el periódico The Wall Street Journal publicó el término por primera vez.

¿Qué es la teoría del techo de cristal?

El techo de cristal es una metáfora que describe las barreras invisibles que impiden a ciertos grupos, especialmente a las mujeres, alcanzar posiciones de liderazgo o acceder a oportunidades de crecimiento en el ámbito laboral.

Estas barreras no están formalmente establecidas, sino que se manifiestan a través de normas no escritas, prejuicios y estereotipos de género que limitan el avance profesional de las mujeres.

El concepto se utiliza para analizar la carrera laboral de las mujeres que, a pesar de tener altas cualificaciones y experiencia, se encuentran con obstáculos que dificultan su promoción a puestos de responsabilidad.

Para superar el techo de cristal, es fundamental promover políticas de igualdad de género en las organizaciones, fomentar la formación continua y el mentorazgo, y concienciar sobre la importancia de la diversidad en los puestos de liderazgo.

¿Por qué tiene lugar el techo de cristal?

Las causas del techo de cristal son variadas. Entre ellas cabe destacar la reducción del tiempo para comprometerse con la empresa debido a las altas cargas familiares, la posibilidad de embarazo, el cuidado de hijos que impide promocionar.

Además, también se han de tener en cuenta los prejuicios que todavía existen respecto a la valía de las mujeres para ejercer roles de liderazgo.

Principales obstáculos de las mujeres en las empresas en 2025

Entre los principales obstáculos que enfrentan las mujeres en las empresas en 2025 como factores del techo de cristal se destacan:

Sesgos inconscientes y estereotipos de género

Las evaluaciones y decisiones de promoción pueden verse influenciadas por prejuicios arraigados que favorecen a los hombres, limitando el acceso de las mujeres a puestos directivos.

Falta de representación en altos cargos

La escasa presencia femenina en consejos de administración y puestos de liderazgo genera una cultura organizacional que perpetúa la desigualdad, dificultando la visibilidad y promoción de talento femenino.

Brecha salarial de género

Aun cuando las mujeres tienen formación y experiencia similares a las de sus colegas masculinos, las diferencias en remuneración persisten, lo que puede desincentivar el desarrollo profesional y el ascenso.

Limitado acceso a redes de contacto y mentoría

La ausencia de mentores y patrocinadores dentro de la empresa impide que las mujeres reciban el apoyo necesario para avanzar en sus carreras, reduciendo sus oportunidades de formación de redes y de influencia en la toma de decisiones.

Dificultades para conciliar la vida laboral y personal

La falta de políticas de flexibilidad laboral y de apoyo en la gestión del cuidado familiar afecta de manera desproporcionada a las mujeres, limitando su disponibilidad para asumir roles de mayor responsabilidad.

Con estos obstáculos, el techo de cristal se convierte en una barrera que no solo impide la equidad en la representación y la remuneración, sino que también restringe el potencial de crecimiento profesional de las mujeres en el ámbito empresarial.

¿Cuáles son las consecuencias del techo de cristal?

La consecuencia más palpable es que las mujeres tienden a tener menos poder adquisitivo, algo que viene desencadenado por la brecha salarial. Además de no poder acceder a puestos de liderazgo, también suelen cobrar menos por realizar el mismo trabajo.

Por otro lado, debido alas cargar familiares y a la imposibilidad de conciliación laboral, las mujeres tienden a ver reducida su jornada de trabajo, conformándose con los ingresos derivados de contratos a tiempo parcial.

Todo esto, además, al final se ve reflejado en la cuantía de las pensiones. En la vejez, al final, la cuantía de la jubilación y las pensiones de los hombres suele ser mayor.

¿Cómo evitar y eliminar el techo de cristal?

Para superar el techo de cristal y promover la igualdad de oportunidades en el entorno laboral, es esencial que las empresas implementen estrategias integrales que aborden las barreras estructurales y culturales que limitan el avance profesional de las mujeres. A continuación, se detallan algunas medidas efectivas:

Desarrollar un plan de diversidad e inclusión

Los departamentos de Recursos Humanos deben colaborar con la dirección para crear y ejecutar un plan que establezca objetivos claros para aumentar la representación femenina en puestos de liderazgo.

Eliminar estereotipos de género en la cultura organizacional

Es fundamental erradicar las expectativas y estereotipos de género que prevalecen en la cultura laboral, promoviendo una cultura inclusiva que valore las competencias y habilidades de cada individuo sin sesgos de género.

Implementar procesos de selección y promoción inclusivos

Diseñar procesos que fomenten la equidad de género a lo largo de todo el ciclo de vida de los empleados, asegurando que las evaluaciones y decisiones de promoción se basen en criterios objetivos y transparentes.

Fomentar el liderazgo femenino

Promover activamente la participación de mujeres en roles de liderazgo, ofreciendo oportunidades de desarrollo profesional y programas de mentoría que faciliten su crecimiento dentro de la organización.

Establecer políticas de conciliación laboral y familiar

Implementar medidas que faciliten la conciliación entre la vida laboral y personal, como horarios flexibles, trabajo remoto y programas de apoyo para el cuidado de dependientes, contribuyendo a un entorno laboral más equitativo.

Sensibilizar y capacitar al personal en igualdad de género

Realizar talleres y formaciones que aborden la importancia de la equidad de género, los sesgos inconscientes y las ventajas de una fuerza laboral diversa, fomentando una cultura de respeto e inclusión.

Al adoptar estas estrategias, las organizaciones pueden avanzar hacia la eliminación del techo de cristal, creando un entorno laboral más inclusivo y equitativo que permita a todas las personas desarrollar su potencial plenamente.

 

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