Relaciones laborales
Las relaciones laborales son todas aquellas que quedan establecidas entre el trabajo, el salario y el proceso productivo.
Las relaciones laborales son todas aquellas que quedan establecidas entre el trabajo, el salario y el proceso productivo.
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Mireya Ruiz
HR Consultant
5 de febrero, 2025
Las relaciones laborales son todas aquellas que quedan establecidas entre el trabajo, el salario y el proceso productivo. Estas relaciones laborales suceden entre dos partes, por un lado el trabajador/a y por otro el empleador o empresario/a, quien aporta el capital y el proceso productivo.
Actualmente, toda relación laboral debe venir acompañada de un contrato de trabajo, que se encarga de vincular a ambas partes. También se debe entender que con el tiempo, las relaciones laborales han ido cambiando, ya no solo por el auge de la tecnología, sino también por el nuevo tipo de de empresas, la cultura empresarial, las nuevas carreras y puestos de trabajo…
Las relaciones laborales se refieren al conjunto de vínculos, interacciones y acuerdos que se establecen entre empleadores y trabajadores en el ámbito de la actividad laboral.
Estas relaciones se regulan mediante la legislación laboral, como el Estatuto de los Trabajadores en España, y se complementan con convenios colectivos o acuerdos individuales, que definen los derechos y obligaciones de ambas partes.
Entre los aspectos que abarcan las relaciones laborales se encuentran:
Existen diversas formas de clasificar las relaciones laborales, y la división en cinco tipos puede variar según el enfoque teórico o normativo. Una clasificación común distingue los siguientes cinco tipos:
Se establece cuando el trabajador es contratado directamente por la empresa, desarrollando su actividad bajo subordinación y dependencia directa. Es la forma más tradicional de vínculo laboral.
Ocurre cuando el trabajador presta servicios para una empresa a través de una entidad externa o contratista. Aunque el trabajador cumple funciones en beneficio de la empresa usuaria, su contrato formal se mantiene con la empresa contratista, lo que implica un vínculo indirecto con la organización final.
Esta relación se basa en el contrato individual que establece las condiciones específicas de trabajo entre el empleado y el empleador. En este marco se regulan aspectos como el salario, la jornada, las prestaciones y otros derechos y obligaciones propios del vínculo laboral.
En este caso, las condiciones de trabajo se establecen y regulan de manera conjunta a través de negociaciones y acuerdos colectivos. Los convenios colectivos, resultado del diálogo entre representantes de los trabajadores y la dirección de la empresa, son el instrumento que rige estas relaciones a nivel de grupo o sector.
Esta modalidad hace referencia al conjunto de interacciones y mecanismos de representación que se derivan de la actividad de los sindicatos. Los representantes sindicales actúan como interlocutores entre la plantilla y la dirección, defendiendo los intereses colectivos y participando en la negociación de condiciones laborales.
Cada uno de estos tipos de relaciones laborales responde a una realidad diferente en el mundo del trabajo y, en conjunto, contribuyen a definir el marco normativo y práctico que rige las interacciones entre empleadores y trabajadores.
Una persona que trabaja en relaciones laborales se encarga de gestionar y mediar en los vínculos entre la dirección de la empresa y sus empleados, asegurando que se cumplan tanto los derechos de los trabajadores como las obligaciones de la organización. Entre sus principales funciones se encuentran:
En España, las relaciones laborales están reguladas por un conjunto de normas que establecen los derechos y obligaciones tanto de empleadores como de trabajadores. Las principales leyes que rigen estas relaciones son:
Es la norma suprema del ordenamiento jurídico español y establece los principios fundamentales en materia laboral, como el derecho al trabajo, la libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva.
Es la ley principal que regula las relaciones laborales en España. Establece las normas básicas sobre contratos de trabajo, derechos y deberes de las partes, condiciones laborales, modalidades de contratación, jornada laboral, salarios, entre otros aspectos.
Establece las obligaciones de empleadores y trabajadores en materia de seguridad y salud en el trabajo, con el objetivo de prevenir accidentes laborales y enfermedades profesionales.
Regula el sistema de la Seguridad Social en España, incluyendo las prestaciones por jubilación, incapacidad, desempleo, entre otras.
Los convenios colectivos son acuerdos negociados entre los representantes de los trabajadores (sindicatos) y los empleadores o asociaciones empresariales. Estos convenios establecen condiciones laborales específicas para sectores o empresas concretas y tienen fuerza vinculante para las partes.
Además de estas normas, existen otras leyes y reglamentos que abordan aspectos específicos de las relaciones laborales, como la Ley Orgánica de Libertad Sindical, la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social, y diversas disposiciones que regulan relaciones laborales de carácter especial.
Es importante señalar que la legislación laboral española se complementa con la normativa de la Unión Europea y los convenios internacionales ratificados por España, especialmente aquellos adoptados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Hace 20 o 30 años sería impensable contar con puestos de trabajo como Community Manager, creador de contenidos, especialista en ciberseguridad o analista de datos, ¿verdad? Cuando surgieron nadie apostaba por estas profesiones y hoy en día son algunas de las más demandadas.
Además, a esto se le ha de sumar el cambio de paradigma de algunas profesiones al introducirse la maquinización y otras herramientas tecnológicas, que han generado avances en todos los niveles. Todo esto ha generado un cambio en las relaciones laborales en cuanto al proceso productivo.
Por otro lado, en la actualidad el teletrabajo ya es una realidad. Esta modalidad de trabajo, antes inconcebible, ha experimentado un gran auge debido al desarrollo de las tecnologías, el smart work y la necesidad de confinamiento generada por la crisis del coronavirus.
Todo esto apuesta por la conciliación entre la vida familiar y la laboral. El hecho de no tener la obligación de personarse físicamente en una oficina y realizar todo vía telemática también ha sido una de las grandes causas del cambio de las relaciones laborales.