Cómo gestionar una jubilación anticipada en las empresas

26 de julio, 2022

Para los departamentos de RRHH, cómo gestionar la jubilación anticipada de un empleado siempre es pon tipo de tarea en el que intervienen muchos factores diferentes. En este artículo vamos a descubrir todo lo que debe saber para que ese proceso se lleve a cabo de una manera totalmente normalizada. Conseguir que la persona que solicita la jubilación anticipada vea cumplir ese deseo, ha de ser el objetivo principal.

¿Qué la jubilación anticipada?

Llamamos jubilación anticipada al proceso por el cual una persona deja de trabajar antes de que se cumpla el tiempo legal establecido para su jubilación. El progresivo envejecimiento de la población y el aumento de la calidad de vida, unido al descenso de la natalidad, lleva a que la jubilación se esté retrasando.

A partir del año 2027, quedará establecida en 67 años. Se trata de un proceso lógico, cada vez hay más pensiones que pagar, por lo que retrasar la edad de jubilación posibilita que haya más personas cotizando.

La jubilación anticipada algo muy habitual, de hecho, la mitad de las personas lo hacen antes de cumplir con la edad estimada.

Es obvio, después de toda la vida trabajando, es preferible comenzar una nueva etapa en la vida de descanso, aunque se pierda parte de la prestación económica.

Requisitos para acceder a la jubilación anticipada

Se debe haber trabajado 35 años para poder adelantar tu edad de jubilación. Pero que no todos los de empleo se accede de la misma manera a la jubilación anticipada.

Por ejemplo, en la minería, los trabajadores pueden jubilarse antes, como en algunos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Nos estamos refiriendo siempre al caso de la jubilación anticipada voluntaria, ya que también existe la figura de la jubilación anticipada forzosa. En esta no se produce intervención o voluntariedad del trabajador, sino que se debe por motivos externos a él. Un caso muy habitual es el de haber perdido el empleo.

También es posible que personas con 15 años trabajados en una empresa y, al menos, un 45 % de discapacidad, tengan derecho a la jubilación anticipada. Para ello, han de tener cumplidos los 56 años. Si la discapacidad llegar al 65 %, se puede solicitar la jubilación anticipada a los 52 años. Incluso, si se supera ese porcentaje de discapacidad, se puede solicitar jubilación anticipada seis meses por cada año cotizado. Aquí se tiene en cuenta que esa persona necesite la ayuda de otra para la vida diaria.

En todo caso, nadie puede jubilarse antes de los 52 años en nuestro país.

Cómo gestionar la jubilación anticipada

El trabajador o trabajadora que tenga interés en jubilarse manera anticipada debe conocer cuáles son sus obligaciones para así poder ejercitar ese derecho. En primer lugar, lo más sensato es acudir a un asesor o abogado laboralista para que le informe de cómo puede hacerlo.

En el supuesto de que se dieran los condicionantes para poder realizarla, habrá que mantener una comunicación fluida con el departamento de RRHH para ir preparando la solicitud. Saber cómo gestionar la jubilación anticipada posibilita realizar el tránsito con menos dificultades.

Debe saber, que la jubilación anticipada supone siempre una pérdida de dinero, ya que la Seguridad Social penaliza que dejemos de trabajar antes de tiempo. Pero, para muchas personas, poner en la balanza el salario y el bienestar es lo que les permite obtener una conclusión clara.

Si la pérdida de poder adquisitivo por jubilarnos antes es notable, lo más recomendable es siempre continuar trabajando mientras se pueda. Si, por el contrario, hemos ido aportando a un plan de pensiones, podemos complementar nuestra pensión de jubilación con el dinero que hemos ido ahorrando durante años.

De lo que no cabe duda, la continua comunicación interna entre el departamento de RRHH y la persona que desea la jubilación anticipada ha de ser clave. Para ello, ese trabajador o trabajadora deberá aportar toda la documentación que le vaya siendo requerida, para de esta manera, poder preparar su expediente de cara a la Seguridad Social.

El factor humano en la jubilación

No solamente se trata de que el expediente quede totalmente completado.

Jubilarse anticipadamente no es algo que se haga de un día para otro. Para la empresa supone también un reto de cara a ese trabajador, aunque quizás le haya llegado el momento de comenzar a asignarle un tipo de tareas diferentes.

Este es uno de los puntos clave sobre cómo gestionar la jubilación anticipada en las empresas. Siempre puede llegarse algún tipo de acuerdo para que, en el ocaso de su vida laboral, se cambie de departamento o se comience a trabajar de una manera más tranquila. Puede ser un buen preámbulo que permitirá que esa persona vaya adaptándose poco a poco al nuevo estilo de vida que tendrá en un tiempo.

Para esa persona también hay cambios a nivel psicológico, por lo que es muy importante que el equipo directivo no deje de lado a ese empleado. Establecer una correcta comunicación, sin más sensible a sus demandas y hacerle ver que todavía despacio importante del entramado de la compañía, son unas medidas que siempre ayudan.

Conviene resaltar que se trata de una transición que hay que ir llevando con cautela. En la que en ningún momento por parte de la empresa se vea que queremos deshacernos de una persona que, probablemente, ha sido fiel a la casa durante muchos.

La jubilación es un punto por el que todos debemos pasar, por tanto, ir haciéndose a la idea de que nos va a llegar el momento puede ser una buena preparación para que esa transición se produzca sin problemas. Dentro del clima laboral, podríamos decir que los años pasan volando.

Desde Sesame HR nos ponemos en la piel de todas las personas que van llegando al final y les deseamos una nueva vida cargada de gratas experiencias.